
Cuando uno tiene una niña, se da cuenta de que, de pronto, pasa de ser un bebé con intereses "neutrales" a ser una delicada bailarina de finos movimientos... Y sin que uno se lo imponga, sucede naturalmente...
Ver a las niñas: mirarse en el espejo con sus disfraces, bailar por toda la casa, coleccionar flores, o tomar tiernamente a sus peluches para consolarlos, puede derretir a cualquiera...
Así es nuestra pequeña.
Y como las niñas necesitan accesorios para ser más femeninas, por eso apareció "Lïnda",
una línea de accesorios y prendas para ellas.